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Neumáticos, suspensión y transmisión, los elementos que más se rompen por las malas carreteras
Además de la aparición de ruidos. Al circular por vías empedradas o en mal estado se pueden provocar desajustes que afectan a la seguridad.
Tener el coche en perfectas condiciones es esencial para nuestra seguridad y la de los demás. Sin embargo, a veces las averías mecánicas surgen por «elementos externos». Por ejemplo, por la propia carretera. Los neumáticos son el único elemento del coche que está directamente en contacto con la carretera.
Por tanto, los neumáticos del coche son los primeros en verse afectados por un firme en mal estado. Los principales problemas pueden ser, un dessgaste prematuro, mayor riesgo de sufrir un “reventón” si topamos con un bache, lo que terminará produciendo el conocido “llantazo”. En este caso, la propia llanta puede llegar a deformarse. También es muy posible que los neumáticos pierdan agarre.
Un segundo elemento es la suspensión. Una de las partes del automóvil que más sufre sobre carreteras en mal estado. Así que mucho ojo con el mantenimiento y cambio de amortiguadores, es un punto a tener en cuenta en el automóvil. Y es lógico, ya que sus componentes están pensados para absorber las irregularidades del firme. Las partes que se pueden ver más afectadas son los amortiguadores, silemblocks de suspensión y silemblocks de barra estabilizadora.
Atención también a la transmisión. Es el sistema encargado de transmitir el movimiento del motor a las ruedas motrices. Y presentará los siguientes problemas: deterioro de las juntas homocinéticas-desgaste de la transmisión y deformación de los rodamientos de las ruedas.
En cuanto a la dirección. Las manos del conductor controlan directamente este sistema, que transmite “sus deseos” a las ruedas motrices. En caso de que la carretera esté en malas condiciones, provocará holguras en la rótula de dirección y pérdida de paralelismo en las ruedas; etc.
Además, si regularmente circulamos por carreteras o calles empedradas o en mal estado, también debemos tener en cuenta que las vibraciones provocarán el desajuste de los sistemas de fijación de varios elementos. Como el salpicadero, las puertas y ventanas, etcétera. Todo esto provocará la aparición de ruidos. Incluso en el interior del habitáculo. Que con el tiempo será cada vez más molesto y difícil de eliminar.